Comentario. Contra la Democracia. BCSof.

CONTRA LA DEMOCRACIA

Teatro Galileo. Teatro Noctámbulo.

Autor: Esteve Soler

Director: Antonio C. Guijosa.

Intérpretes: José Vicente Moirón, Gabriel Moreno, Memé Tabares y Marina Recio.

 

CONTRA EL CAPITALISMO… SALVAJE.

Todo puede mejorarse. Un error gramático se puede eliminar para volver a escribir de forma correcta. Siempre es buen tiempo para asumir equivocaciones y volver a empezar… Pero, para ello habrá que reconocer estos errores y “reprogramar” a un ser humano que desde hace algunas décadas está directamente enfocado a ser producto. A ser rentable. A vivir si es útil en la cadena de producción que social y económicamente apoya un sistema democrático alimentado por el capitalismo.

“Contra la Democracia” es el fruto de una exhaustiva observación y ejercicio reflexivo de Esteve Soler. Un trabajo traducido a 17 idiomas que sin duda ha tardado demasiado en ser representado en castellano. Mi enhorabuena a esta valiente compañía teatral (Teatro del Noctámbulo) que ha traducido este texto y lo ha llevado a los escenarios. Una compañía valiente porque no me equivoco al afirmar que las siete historias, las siete dagas que el autor catalán dirige certeras a nuestra conciencia, son abrumadoras; porque el planteamiento de estos siete instantes es muy claro, aunque envuelto siempre en un humor corrosivo e inteligente; porque Esteve Soler no se ha cortado ni un poquito en retratar a un ser humano egoísta, ambicioso, cínico, que nutre el sistema que lo ahoga, que pinta de negro un futuro que los más “ciegos” “ven” luminoso, que no evoluciona al girar como una cobaya dentro de la rueda, mientras critica lo que se empeña en hacer, en repetir, en remarcar y en machacar. El hombre es un lobo para el hombre… Y además se relame…

Es sumamente fácil entrar en el juego teatral que nos ofrece Teatro del Noctámbulo. Los siete caramelos rellenos de ácido sulfúrico son exquisitos. Se abren con cuidado y se saborean con unas actuaciones impecables, más aún, brillantes. Algunas de estas historias nos dejan con una risa congelada en nuestros labios, otras nos dejan paralizados, hasta que acertamos a descifrar qué nos dice el autor, qué nos muestran estos excelentes intérpretes y qué plantean la pregunta final y el desdén con el que responde la camarera de un bar en el que hace un instante se hicieron presentes tres momentos del pasado… que una vez fueron futuro, presente y remoto-pasado… Dicen que el hombre es el único ser que tropieza siempre con la misma piedra… implicará eso que también es el ser que repite siempre su historia?… Yo creo que Esteve Soler lo afirma Aquí…. En este final que es lo que más me ha impactado… Quizá por el trabajo que el espectador ha de llevar a cabo para entenderlo, para verlo…

La banda sonora elegida para la transición de una historia a otra creo que es totalmente acertada, me recuerda a algunas películas de Hichtcok: Acción, un poco de intriga y la invitación a ver más allá de lo que sobre el escenario se nos va a presentar.

La luz tenue, jugando al claroscuro, también nos introduce en un ambiente de suspense, de tensión que se mantiene de una forma ágil y que a los ojos del espectador se vuelve un ejercicio desarrollado con una facilidad extraordinaria.

“Contra la Democracia” es un teatro imprescindible, que deberíamos ver por “humana prescripción”. Esta obra conlleva un ejercicio que no todo el mundo está dispuesto a realizar: Mirarse como en un espejo. Mirarse y Verse. Analizarse. Asumir errores y corregirlos. No es necesario y quizá sea un poco complicado borrar todo y comenzar de cero, Ya. Pero sí hay que ponerse manos a la obra… No hay que esperar demasiado… No tenemos tiempo de contar hasta diez…  Al lobo se le están viendo las orejas… Y cuando queramos sobrevivir al “recorte de personal”… Quizá seamos ya un pasado que acude al bar de una camarera que no quiere servirnos ni un vaso de agua…