Qué pasaría si un día cualquiera recibes la llamada de tu padre diciéndote que tu madre se ha ido de casa?
Bajo esta premisa se desarrolla Vientos que nos barrerán, la historia de una familia dispuesta a cerrar heridas.
Julia se ha ido de casa. Sólo unos tuppers de comida cocinada por ella misma, depositados ordenadamente en la nevera, son la prueba irrefutable de que su marcha ha sido voluntaria.
¿Dónde está la madre? ¿Dónde la esposa? Pablo afronta con torpeza el abandono de su mujer. Tita, la hija, volverá a la casa familiar donde los recuerdos se convierten en pistas. La búsqueda de alguien comienza con el ejercicio de entender quién era realmente ese alguien. Y en el camino, padre e hija no sólo reinterpretarán imágenes del pasado para encontrar respuestas, sino que descubrirán un nuevo modo de relacionarse como adultos.
Ficha artística
Reparto: Maiken Beitia, Alfonso Torregrosa y Andrea Trepat
Texto: Cristina Redondo
Dirección: Laura Ortega
Producción: Spectare. Gabriel Blanco y Paola Villegas
Diseño de iluminación: Irene Cantero y Juan Gómez Cornejo (AAI)
Escenografía y vestuario: Olga López
Música original y espacio sonoro: Miguel Ángel Burgos
Ayudante de dirección: Lorena Paz
Cuando era una niña solía entretenerme revolviendo las fotografías que guardaba mi abuela en sus cajitas de madera del armario. Y lo hacía a escondidas, como si alguien me hubiera prohibido alguna vez (nunca lo hicieron) husmear en el pasado de los miembros de mi familia. Miraba las fotos y me quedaba fascinada. Allí había una mujer de unos veintitantos años que siempre posaba sonriendo: cogida del brazo de sus amigas, paseando por la calle, vestida de domingo y agarrando a mi madre de la mano. Y eran dos personas, mi madre y mi abuela, totalmente diferentes a las que yo conocía. ¿Las reconocía en esas imágenes?
Todos los secretos se guardan en algún lado. Somos niños cuando nuestros padres son adultos. Y para cuando nosotros nos hacemos adultos, con nuestras circunstancias, desearíamos tener una charla de tú a tú con la imagen que tenemos de nuestros padres, con esas parejas jóvenes que se han quedado congeladas en fotografías… ¿lo han pensado alguna vez? Yo, muchas. Y les digo todo esto porque cuando vean “Vientos que nos barrerán” sentirán, ojalá, una compasión y una generosidad mayor hacia ellos y hacia nosotros.