El jurado, presidido por la directora general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Montserrat Iglesias, ha destacado como gran mérito “su momento de plenitud artística” y “la pasión, valentía y excelencia con que aborda papeles tan complejos como los últimamente interpretados en La vida por delante, Hécuba, Olivia y Eugenio y Reina Juana”. También ha resaltado “su figura como referente de la escena y el magisterio que durante su carrera ha ejercido sobre las nuevas generaciones”.
Recién levantada y con ánimo de comerse una fabada estaba Concha Velasco cuando este miércoles, pasadas ya las dos de la tarde, recibió la llamada de su amigo el ministro Íñigo Méndez de Vigo. A sus 77 años aún tiene energía para rodar de noche una serie para televisión, Las chicas del cable, lo que le obliga a pasar las mañanas durmiendo. “Emocionada y agradecidísima por este premio. El teatro es el sitio en el que mejor me siento y estos últimos años me ha dado grandes papeles”, ha explicado a diversos medios de comunicación poco después de conocer la noticia. Se refiere la actriz sobre todo a su último trabajo, Reina Juana, el monólogo con el que ha puesto al público en pie allí donde lo ha representado y con el que aún sigue de gira. “El personaje de Juana la Loca es digno de Shakespeare y el texto de Ernesto Caballero está a la altura. Me enamoró en cuanto lo leí”, afirma.
Con esta obra acudió a la última edición del Festival de Teatro Clásico de Almagro y allí también recibió otro galardón de manos de Méndez de Vigo, el Premio Corral de Comedias. “Es un ministro muy cercano, más que Wert, y creo que va a hacer mucho por la cultura. Lo invité a Cine de barrio [espacio de TVE-1 que presenta la actriz]” después de que dijera que era su programa favorito y todos se cachondearan. Me pareció un hombre muy culto que sabe de lo que habla”, explica.
La actriz reitera la importancia del teatro en su trayectoria pese a ser más conocida por el gran público por sus trabajos en el cine y, últimamente, también en televisión. “Hubo un tiempo glorioso en los años setenta y ochenta. En esa época tuve la oportunidad de estrenar obras de Buero Vallejo, Antonio Gala, Marsillach… Fueron muy importantes para mi carrera y para el teatro español en general”, recuerda. Eran los años en que Velasco sumaba y sumaba éxitos como Yo me bajo en la próxima, ¿y usted? (1981), de Adolfo Marsillach, los musicales Mamá, ¡quiero ser artista! y Carmen, Carmen. De los noventa se recuerdan sobre todo sus trabajos en La truhana y La rosa tatuada.
Velasco siempre ha compaginado su vida en el teatro con el cine, donde debutó a los 15 años con pequeños papeles. Sus primeros éxitos fueron Las chicas de la Cruz Roja, Los tramposos y El día de los enamorados. A partir de entonces participó en numerosas películas, entre las que se pueden destacar La verbena de la Paloma (1963), Tormento (1974), Pim… Pam… Pum… ¡Fuego (1975), La hora bruja (1985), Más allá del jardín (1996) y París-Tombuctú (1999).
En su larga carrera acumula todo tipo de galardones de cine, teatro y televisión. Entre otros, tiene tres Goya, cinco premios de la Unión de Actores y dos Max.