BAILE DE HUESOS. Teatro Estudio 2 Manuel Galiana.
Autora: Elena Belmonte Salmón.
Dirección: Manuel Galiana.
Intérpretes: Óscar Olmeda, Pilar Ávila, Pedro Fajardo, Myriam Gas y Manuel Galiana.
BAILE DE ALMAS.
Elena Belmonte, ha dado en llamar a esta obra, “baile de huesos”; prefiero llamarla “baile de almas”. Almas que se mueven a lo largo y ancho de sus recuerdos, remordimientos, citas importantes, conocimientos, sueños incumplidos, mundos imaginarios…
Cuatro almas se encuentran en ese lugar entre mundos, donde no hay vida ni una muerte absoluta; donde el plano terrenal se confunde con un más allá luminoso a la salida del túnel; un lugar donde hay alguien llamado “Muerte” o “Johny”, que nos hace reflexionar, mientras decide si merece la pena que sigamos vivos o no.
Es cierto que las joyas, los ejemplares más valiosos, no siempre se sitúan ante nuestros ojos. La calidad no es algo fácil, no es mediática ni se rinde a una publicidad machacona y engañosa. La calidad hay que buscarla, hay que querer encontrarla, hay que apreciarla porque es sensible… Y no lo sabe hacer, no lo quiere hacer, cualquier mirada…
Todos los viernes, a las 20:00 horas, una joya teatral abre sus puertas en el Teatro Estudio 2 Manuel Galiana de la manera más sencilla, más natural y más auténtica.
Cuatro almas se encuentran en un lugar cerrado y agobiante. No saben qué hacen allí. No saben qué es ese lugar… Mientras discuten, aparece un hombre con aire despreocupado y travieso. Es La Muerte, a la que podemos llamar Johny, por ejemplo, dándole un tono coloquial, amistoso incluso.
La Muerte (Interpretada por un, siempre, magnífico Manuel Galiana) sabe desde un principio quién de los cuatro pasará de su mano al otro lado, pero se hace el despistado, dejando hablar a todos y cada uno; dejando que expulsen sus demonios; permitiendo y facilitando una reflexión que hará que aquellos que regresen a la vida sean diferentes, sepan apreciarla, cambien por completo y descubran los valores del ser humano, su esencia vital… Y espiritual.
Así, el impetuoso suicida por fin recuperará la esperanza y comprenderá que no es el centro del universo y que cada cual emprende su eterno viaje cuando le toca. El hombre callado y apocado, conseguirá su catarsis y decir todo aquello que lo ha ahogado durante los almuerzos dominicales en familia… Y la ambiciosa ejecutiva, desnudará su alma, asimilando que el éxito, el triunfo no está en el ascenso profesional y económico… Que la realización personal, el fin del ser humano, su leitmotiv está en los sentimientos, en el amor, en salir de nuestro caparazón y hacer vivir a los que nos rodean; en dejar de pensar en nosotros mismos y mirar a nuestro alrededor porque somos valiosos para los demás… Muy valiosos.
Sólo cuando hayan aprendido esto, podrán seguir viviendo. ¿Pero a quién se lleva Johny. Por qué se lo lleva? Supongo que el porqué ha de decidirlo cada cual. Personalmente, creo que se lleva al ser más inocente, sin maldad. Que, aún habiendo atravesado una existencia repleta de dolor, no ha desarrollado la ira, la maldad, el deseo de venganza…. Quizá por eso mismo, tampoco posea armas para enfrentarse al día a día… Para continuar su paseo por la vida y sea más seguro para ella iniciar su paseo por la muerte…
Es ésta una propuesta muy sencilla, tan sencilla como sobresaliente. Es auténtica; con unas interpretaciones muy limpias, magníficas. Todo en ella transcurre de un modo ágil, etéreo… Parece tan fácil…
Todo parece confabularse a favor de este texto, del montaje, de los actores, del director… Todo está a favor para que este Baile… Brille… Y lo hace.
No se lo pierdan.