Cosas de papá y mamá. Comentario crítico.

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COSAS DE PAPÁ Y MAMÁ de Alfonso Paso. Teatro Quevedo.

Intérpretes: María Luisa Merlo, Juan Meseguer, Naím Thomas y Marta Valverde.

LA FUERZA DEL AMOR.

Una obra sin grandes pretensiones. Una obra cuyo fin es entretener; hacernos sonreír y asimilar la fuerza del amor, su intemporalidad y poder. La fuerza de la ilusión, su empuje, su vital necesidad para mantener vivo nuestro espíritu.

Quizá, por ello, casi no tenga importancia que la obra fuese escrita en 1960, en absoluta comunión con el costumbrismo más ancestral. No importa, de verdad que no, entre otras cosas porque los intérpretes son magníficos y dibujan unos personajes deliciosos; sobre todo los dos “maduros” enamorados, incomprendidos por unos hijos, casi como hoy, egoístas e injustos.

Se ha respetado al máximo el texto original, de hecho las referencias históricas son las de aquélla época; con lo que chirría un tanto que en un momento dado, el médico hable a través de un móvil (quizá al conversar con el público y permanecer el telón corrido, se haga un aparte y se pueda interpretar que el médico está en un lugar intemporal)

“Cosas de papá y mamá” concluye temporada el domingo 19 de julio. Merece la pena que regrese tras el verano. Es una función entrañable y repleta de ternura, además de estar muy bien dirigida y más que bien interpretada.

Desde 1960 nos lanzan un mensaje que, no estaría mal lo recibieran muchos en la actualidad. Muchos incapaces del respeto y de ver en un padre, una madre y una persona mayor a unos respectivos seres humanos, con todo el derecho a ser felices, con todo el derecho a rehacer su vida, con todo el derecho a VIVIR.