“Dignidad”, de Ignasi Vidal. Del 6 al 26 de abril en Los Teatros del Canal. Sala Negra.
“Dignidad” es política. Una “visita” el entramado de un partido político, cualquiera, en el que las amistades desvirtuan el concepto de lealtad. Porque la política es una amante exigente que te pone pruebas que no siempre están de acuerdo con la ética.
“Dignidad” es una campaña electoral. Efervescente, dura. Una prueba que superar ante uno mismo y ante todos. Un camino de delgada ida y complicada vuelta si no juegas bien tus cartas.
“Dignidad” habla del “hambre” político, de la capacidad de engaño bajo un lema justo, de dónde están los límites, de si todo vale.
El autor y actor, Ignasi Vidal, habla de DIGNIDAD.
“Un despacho en la sede de un partido político. Dos hombres, que comparten unas ideas, aspiran a hacerse con el poder. A priori para cambiar aquello que no funciona. Representan la esperanza, la ilusión, el cambio para una sociedad cada vez más desencantada con la política y todo lo que la envuelve. Sin embargo, una cosa es la realidad que el ciudadano ve en su casa, en la televisión, a través de los filtros a los que se somete la información y otra, bien distinta, es la realidad desconocida en la intimidad de un despacho, aquí convertido en una especie de ring, metáfora de la arena en la que miden sus fuerzas los luchadores, donde estos dos hombres, que han caminado juntos, unidos con el devenir de los años por una sólida amistad, están a punto de destapar: que el poder, sólo por la presumible proximidad a la que se encuentran de él, les está transformando alejándoles peligrosamente.
Sin embargo, este no es un texto sobre política. O mejor dicho, no es un texto que hable exclusivamente de política. Sí quise, o esa era mi intención como autor, escribir un texto sobre la amistad, sobre cómo le afectan a esta las ambiciones a nivel individual, una de mis obsesiones como autor. ¿Hasta dónde está el ser humano dispuesto a llegar a cambio de lograr las metas que un día se marcó?
Por ello no pretendo aleccionar, ni moralizar, ni siquiera denunciar cómo funciona el sistema, pues nadie soy para ello. Eso, además, con una mirada rápida a la prensa diaria queda a la vista. Confieso haber revisado, eso sí, mis creencias respecto a mi fe inquebrantable en la democracia como única vía posible para solucionar los problemas de la sociedad en su conjunto y del individuo en particular. Renovada está ahora, más que nunca, mi fe en la democracia.
Por todo ello insisto, una vez más, en decir que esta es una historia sobre la amistad. Sí, la amistad y el desencuentro entre dos amigos al cuestionarse, cada uno de ellos, qué debe prevalecer en un momento crítico, la fidelidad al compañero, a pesar de los pesares, o su dignidad individual. ¿A quién traicionar, al amigo que te acompañó hasta aquí o a la idea que vertebró tus creencias más profundas?”
Direccio?n:Juan José Afonso
Actores: Ignasi Vidal y Daniel Muriel
Diseño Escenografía / Iluminación Sergio Gracia
Ayudante de dirección: Joaquín Yver
Ayudante Producción: Natalia Echeverría
Producción Ejecutiva: Carlos Lorenzo