Cuando deje de llover,de Andrew Bovell, espectáculo producido el pasado año por el Teatro Español de Madrid, ha triunfado en la 18ª edición de los Premios Max de las Artes Escénicas, al hacerse con todas las manzanas de bronce a las que optaba: Mejor espectáculo de teatro, Mejor dirección de escena (Julián Fuentes Reta) y Mejor actriz de reparto (Susi Sánchez). Se trata de un potente drama que viaja al corazón de los lazos familiares a través de varias generaciones.
La gala, celebrada por tercera vez en Barcelona (en este caso, en la sala Bars), vivió el momento más emotivo cuando la actriz Rosa María Sardà recogió el Max de Honor con todo el público puesto en pie.
“Sentarse por favor que estar de pie es malo para las varices y los ovarios”, bromeó sin poder sin embargo ocultar su emoción. Su discurso continuó en tono reivindicativo, como lo fue el de toda la gala: “Quieren dejarnos con el culo al aire pero los políticos pasan y nosotros, los artistas, seguimos. La cultura importa para la supervivencia de los pueblos. ¡Somos importantes! Lorca lo definió: ‘Un pueblo que no cuida de su teatro es un pueblo muerto o moribundo’. Vamos a seguir luchando”. Sardà envió un regalo a “nuestros gobernantes”, “una bona botifarra”, y les deseó que “las vacaciones que pronto van a tener sean muy largas”. “Trabajamos para el público y ahí seguiremos pese a leyes oscurantistas”. La actriz acabó con un sonoro y animoso: “¡Qué les den!”.
Sardà ha sido una de las muchas mujeres que durante la ceremonia, ágil y menos solemne que en otras ediciones, han pisado el escenario, ya que el director de la ceremonia, Esteve Ferrer, ha querido homenajear a las actrices españolas y todos los premios han sido entregados por profesionales femeninas. También lo han sido, mujeres, las presentadoras y conductoras de la noche, las actrices Carmen Conesa (con un osado vestido), María José Peris y Teresa Vallicrosa, quienes han mostrado sus dotes como bailarinas y cantantes y una vis cómica que ha impregnado todo el acto. Especialmente entrañable ha sido su imitación de Gracita Morales, Mary Santpere y Celia Gámez. Ha habido también momentos mágicos, como la versión bailada de Y al final, de Bunbury. Han sido múltiples las referencias críticas al 21% de IVA que sufre el sector de las artes escénicas en España y contra el cual se ha manifestado unánimemente toda la profesión escénica. Los políticos presentes han sido interpelados al respecto desde el escenario.
Los demás galardones han estado repartidos por diferentes comunidades y montajes, destacando los que han recaído en la actriz Blanca Portillo por El testamento de María y en el actor Lluís Homar por Terra baixa, por sus trabajos como protagonistas. Homar ha señalado al recogerlo que todos llevamos dentro dos lobos, uno bueno y otro malo en perpetua lucha, en referencia al leit motiv de la obra de Guimerà. “Y gana el que más alimentas”. Dijo otra cosa hermosa: “Lo importante no es la dimensión de la tarea, sino la magnitud del valor”. Portillo, que interpreta a la Virgen dio las gracias al Espíritu Santo en la persona del director de la obra, Agustí Villaronga, presente y sonriente en la platea. Ha acabado con un enfático “¡Creo en las mujeres!”.
Pepón Nieto se ha hecho con una manzana por su papel de reparto en El Eunuco. Los Max a los mejores bailarines principales han sido para Israel Galván y Olga Pericet, mientras que L’Eclipsi, del Grec y el Teatre Nacional de Catalunya, se ha considerado el mejor espectáculo musical y Free fall, de la compañía Sharon Fridman, el mejor de danza. La mejor autoría teatral ha ido a parar a Laila Ripoll y Mariano Llorente, por El triángulo azul, espectáculo que también se ha llevado la mejor escenografía por el trabajo de Antonio Martín Burgos. La mejor producción privada ha sido para Duet for one de La Guindalera.
La sala Barts, situada en el mítico Paralelo barcelonés (hubo una reivindicación desde escena del vecino e histórico teatro Arnau), ha acogido la gala organizada por la Fundación SGAE y en la que el director y guionista de la misma, Esteve Ferrer, ha querido que toda ella estuviera teñida de humor y socarronería, al tiempo que ha querido dedicarla a las actrices españolas. De hecho, por la gran pantalla situada en el escenario han desfilado populares rostros de actrices ya desaparecidas, entre ellos los de Aurora Redondo, Rafaela Aparicio, María Luisa Ponte, Mari Carmen Prendes, Mary Santpere, Anna Lizarán y Mercè Bruquetas, o bailarinas como Pilar López, Mariemma o María de Ávila.
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Premios Max 2015
Max de honor. Rosa María Sardá.
A la contribución a las artes escénicas. Bienal de Flamenco de Sevilla.
Espectáculo de teatro. Cuando deje de llover.
Espectáculo de danza. Free fall. Compañía Sharon Fridman.
Espectáculo musical. L’ Eclipsi.Grec 2014. Teatre Nacional de Catalunya.
Espectáculo revelación. Los nadadores nocturnos. Draft.inn.
Espectáculo infantil o familiar. Dot. Maduixa Teatre.
Dirección de escena. Julián Fuentes Reta por Cuando deje de llover.
Actriz protagonista. Blanca Portillo por El testamento de María
Actor protagonista. Lluís Homar por Terra baixa.
Bailarina principal. Olga Pericet por Pisadas.
Bailarín principal. Israel Galván por Fla.co.men.
Autoría teatral. Laila Ripoll/ Mariano Llorente por El triángulo azul.
Coreografía. Rocío Molina por Bosque Ardora.
Actriz de reparto. Susi Sánchez por Cuando deje de llover
Actor de reparto. Pepón Nieto por El eunuco.
Diseño de iluminación. Juan Gómez-Cornejo por Fausto