Carlota Bilbao Caballé, actriz de origen mexicano muy popular en el Madrid de los años cincuenta y sesenta, ha fallecido en la madrugada de este 26 de octubre en un hospital de la capital. La artista, que el pasado mes de marzo había cumplido 98 años, no pudo superar una neumonía. Bilbao llevaba más de cuatro décadas apartada de la gran pantalla, pero en sus años de gloria fue un rostro muy conocido gracias a las más de 15 películas en las que participó.
Natural de Chihuahua pero instalada desde joven en Madrid, Carlota Bilbao debutó en 1947 frente a las cámaras haciendo doblete con el director Luis Lucia, en Dos cuentos para dos y Noche de Reyes, esta última inolvidable por el papel protagonista de Fernando Rey. En ese mismo año 47 rubricó su tercer largometraje,María de los Reyes, con Antonio Guzmán Merino tras la cámara y Amparo Rivelles al frente del plantel.
Durante los años cincuenta y sesenta siguió trabajando Bilbao a buen ritmo. “Era una mujer reservada, educadísima, con muchísimo glamour y encanto”, la recuerdan las encargadas del departamento de Socios en AISGE, entidad en la que ingresó en marzo de 1995 y donde ostentaba el carnet de socio número 1.023.
Educando a papá (Fernando Solar, 1954), Marcelino, pan y vino (Ladislao Vajda, 1955) y Mi noche de bodas (Tulio Demicheli, 1961, con Concha Velasco) fueron tres de los largometrajes más célebres en los que pudimos disfrutar de su quehacer artístico. Pero sus papeles más relevantes hemos de atribuírselos en 39 cartas de amor(Francisco Rovira Veleta, 1950), Carta al cielo (Arturo Ruiz Castillo, 1959) y El perfil de Satanás (Juan Logar, 1969). Después de esta cinta desapareció prácticamente de la profesión, salvo un papel pequeño que Rafael Gil le reservó en 1979 para La boda del señor cura.
Carlota Bilbao no tenía hijos y vivía sola en su piso madrileño. Disfrutaba desde hace años de atención domiciliaria gracias al área asistencial de la Fundación AISGE.