El actor Cesáreo Estébanez, ha fallecido en la noche de sábado en Alcalá de Guadaíra, donde vivía desde hacía muchos años y en la que era considerado alcalareño de adopción. Su carrera profesional está llena de éxitos y reconocimientos. Interpretó personajes que forman parte del imaginario nacional como el “Romerales” de la serie de televisión “Farmacia de Guardia”
El actor nació en 1941 en Palazuelo de Vedija (Valladolid) una localidad de la comarca de Tierra de Campos, cercana a Media de Rioseco. Creció en Palencia, pero residía en Alcalá desde hace 25 años con su mujer, Paloma. Vivía en la que fue casa del pintor Baldomero Romero Ressendi, padre de su mujer, en la carretera antigua de Alcalá a Sevilla, en el Zacatín, una vivienda que el propio Ressendi decoró con pinturas al fresco.
El actor, al que era habitual ver por Alcalá donde tenía muchos amigos, fue un magnífico profesional, que poseyó todos los registros. Fue el recordado policía Romerales de Farmacia de Guardia. Donde dio lugar a una frase que repitió toda España, aquel “para dentro Romerales” con que la farmacéutica lo despedía al salir del establecimiento ya que siempre se equivocaba al abrir la puerta.
Pero también interpretó personajes inolvidables en películas como “Atún y chocolate”, “El Lute”, “La vida mancha”, “800 balas”, “El perro del hortelano”, “Malaventura” o “La noche de los girasoles”. O en televisión en series como “Los hombres de Paco”, “Periodistas”, “La forja de un rebelde”, “Con el culo al aire”, “Escenas de Matrimonio” o “Gran Reserva”. En Teatro hizo de todo y además fue empresario teatral.
Tiene el premio de la Unión de Actores al mejor actor secundario de televisión por su papel de Romerales en Farmacia de Guardia en 1994.
El funeral será en Palencia, donde creció el gran actor. Tras pasar por el tanatorio de Alcalá, este mismo domingo por la mañana se ha procedido al traslado de su cuerpo hasta allí.
Tuve el honor de entrevistarlo hace un tiempo… Y puedo decir, que era de esas personas que además de dejar constancia de su enorme profesionalidad, transmitía una humanidad extraordinaria.