Joan Llaneras había nacido en Barcelona, donde empezó a hacer teatro a los 18 años. Tras su encuentro con Adolfo Marsillach decidió trasladarse a Madrid el año 1968. Y aquí se quedó. Poco después empezó a grabar novelas y programas dramáticos en TVE. En la década de los setenta participó en algunos de los montajes más recordados: Las moscas, de Sartre (1971); El cementerio de automóviles (1977) y Oye patria mi aflicción (1978), de Arrabal; Delirios de amor hostil, de Nieva (1978) o uno de los títulos más absurdos, delirantes y taquilleros de esos años: ¡Charly, no te vayas a Sodoma!
Con una filmografía casi inexistente, Joan se volcó en la televisión en las tres últimas décadas, participando con personajes destacados en Segunda Enseñanza, ¿Quién da la vez?; Menudo es mi padre; Ambiciones o Amar es para siempre.
Aún tengo en mi memoria una entrevista que tuve el lujo de hacerle, hace bastantes años…. Me pareció un hombre sabio, entrañable, proclive a compartir esa sabiduría, buen conversador, sin duda…. Aún recuerdo la seducción que emanaba de sus palabras y de su voz pausada y suave…. Buen viaje hacia la luz.