El actor Israel Elejalde ha recibido hoy el Premio Escena con el que la 43 edición del Festival Internacional de Teatro Contemporáneo (FITC) “Lazarillo” de Manzanares (Ciudad Real) reconoce “su faceta como actor, empresario y productor teatral”.
El artista madrileño ha expresado su orgullo por este galardón con el que también se reconoce la labor del grupo de personas que trabajan con él desde hace años y que actualmente centran sus esfuerzos en proyecto del Teatro Pavón Kamikaze de Madrid.
“El teatro es un arte colectivo, aunque a veces visualizamos demasiado la figura de un protagonista, actor o director”, ha subrayado el polifacético actor, para quien “es fundamental que las nuevas generaciones acudan al teatro y que los artistas pensemos cómo tenemos que hacer, de qué tenemos que hablar y cuáles van a ser los nuevos lenguajes que van a atraer al público más joven”.
Elejalde ha defendido que el teatro es “entretenimiento y pedagogía” y ha subrayado que, aunque en estos tiempos “parece que la pedagogía está mal vista, es absolutamente necesaria”.
Asimismo ha considerado que el teatro, desde el punto de vista de las ideas, dramatúrgico, actoral y de dirección, está en “un gran momento” y de “gran efervescencia” pero ha reconocido que hay que “seguir trabajando para interesar al público joven”.
El actor ha elogiado la labor que realiza el grupo Lazarillo al frente del veterano festival que, a su juicio, “convive muy bien con otro tan emblemático y a apenas unos 25 kilómetros: el de teatro Clásico de Almagro”.
Por su parte, la directora del FITC Lazarillo, Míriam Rodríguez, ha destacado que, en el caso de Elejalde, se ha reconocido “el riesgo”, algo que no suele ocurrir en este país en el que se suele “premiar la trayectoria cuando ya se ha acabado”.
En la 43 edición del festival, que se prolongará hasta el 27 de agosto, se ha apostado más por “las historias y las emociones que por la espectacularidad de los montajes”, como ocurre con “La mirada del otro”, un montaje de ficción de la compañía madrileña ‘Proyecto 43-2’ basado en los testimonios reales de encuentros con mediadores, exmiembros de ETA y sus víctimas directas o indirectas.
Con un presupuesto de unos 20.000 euros, de los cuales 7.000 han sido financiados por la Diputación de Ciudad, 6.400 por el Ayuntamiento de Manzanares y el resto por distintas entidades privadas, el programa del festival contempla tres espectáculos de sala grande, microteatro, espectáculos de calle, conciertos, poesía joven y una exposición de la artista manzanareñaCristina Reina.