La actriz Rosa Novell fallecía ayer en Barcelona a la edad de 61 años, después de una larga lucha contra el cáncer.
La intérprete, uno de los rostros más bellos del teatro catalán, se había ausentado de los escenarios en los últimos tiempos a causa de un cáncer de pulmón que la dejó ciega el pasado año.
Pese a la adversidad, hace tan sólo 4 meses regresaba a la interpretación de la mano de Abel Folk.
Novell estaba decidida a que la ceguera no acabase con su verdadera pasión: la interpretación. Y lo demostró. Ciega y con el pelo corto, recibía ayuda para salir y entrar del escenario En “L”ultima trobada”.
Un regreso a los escenarios lleno de valentía y superación personal, que sobrecogió a sus compañeros y al público. Éste le rindió un homenaje el pasado mes de diciembre, otorgándole el premio honorífico Anna Lizaran, en la XX edición de los Premis Butaca.
Novell, nacida en Barcelona en 1953, fue una de las figuras más destacadas del teatro catalán. Actuó, dirigió y combinó dos extremos: por un lado, su pasión por los textos clásicos de autores como Jean Genet y William Shakespeare y, por otro la televisión, que hizo de ella un rostro familiar y muy popular a raíz de su aparición en series como “El cor de la ciutat”, “Nissaga de poder” o “Estació d”enllaç”. Creu de Sant Jordi en 2007, en 1988 recibió el Premio Nacional de Interpretación de la Generalitat y el de la Crítica en 1995.
Licenciada en Filología Catalana en la Universidad Autónoma de Barcelona, debutó en 1974 en un clásico griego, “Las troyanas” de Eurípides”. Entre sus grandes interpretaciones destacan las de “Fedra” de Jean Racine, “El Misántropo” de Molière, “Oh los buenos días” de Samuel Beckett o “Coriolano” de William Shakespeare. También dirigió. “El dia del profeta” de Joan Brossa y “Maria Rosa” de Àngel Guimerà son dos de las obras con las que demostró su compromiso con las letras catalanas. El cine también le reservó sus momentos, aunque los escenarios siempre fueron su verdadero hogar: actuó en películas como “Más allá del jardín” de Pedro Olea, “Libertarias” de Vicente Aranda o “El perquè de tot plegat” de Ventura Pons.
Sus más allegados la recordaban ayer como una mujer culta, sensible, exigente, seductora y con cierto halo de diva, como la gran dama del teatro catalán que fue. “La Novell” será recordada como una “mujer importante”, tal y como la describía anoche Abel Folk, el último en dirigirla, en declaraciones a TV3. “Para mi fue una experiencia. Ella fue muy feliz haciendo eso, es curioso que la obra se llamara “L”última trobada”, realmente fue su “última trobada” con los escenarios”. El director la definió como una mujer “única”, de “fortísima personalidad”, “una compañía intensa sobre el escenario que exigía mucho”. Para Joan Ollé, Novell fue una mujer “inteligente” y “alegre”, “cenar con ella era un festival de la creatividad”. El conseller de Cultura Ferran Mascarell también tuvo palabras para Novell y destacó su faceta menos conocida, la de directora: “Era una persona comprometida con su tiempo. Habría sido una de las grandes directoras de este país”.