El actor Juan Antonio Quintana (Zaragoza, 1938) falleció este mediodía en Valladolid por causas naturales a los 83 años de edad. Afincado a orillas del Pisuerga desde hace más de medio siglo, en Valladolid desarrolló toda su trayectoria profesional desde 1968 y allí conoció a su esposa, la pintora y escenógrafa Mery Maroto, con quien se casó en 1972, tres años antes de que naciera la hija de ambos, la también actriz Lucía Quintana.
Fuentes cercanas a la familia confirmaron a Ical el fallecimiento del veterano actor. La capilla ardiente para dedicar un último adiós a Quintana se instalará mañana miércoles a las 9.00 horas en el Teatro Zorrilla de Valladolid, donde permanecerá abierta hasta las 14.00 horas.
Ya afincado en Valladolid, en 1969 tomó las riendas del Corral de Comedias, un proyecto escénico que había promovido en 1957 el delegado de Información y Turismo de Valladolid, Antolín Santiago y Juárez, y que estuvo dirigido por Carmelo Romero entre 1963 y 1969. Además de promover la profesionalización del Corral de Comedias de Valladolid, donde potenció actividades como cursos de teatro y montajes de teatro infantil, dio rienda suelta a una pasión, la de las artes escénicas, que durante décadas compaginó con su labor como profesor de enseñanza secundaria en varios institutos de la ciudad. En 1976 creó el Aula de Teatro de la Universidad de Valladolid, por la que pasaron actores como Diego Martín, Eva Hache, Lucía Quintana, Eva Martín y Carlos Domingo. Esa institución fue un lugar de estudio y ensayo muy vinculado con el Teatro Estable de Valladolid, fundado en 1981 y que más tarde pasaría a llamarse Compañía Juan Antonio Quintana, con la cual realizó en total más de cuarenta montajes, entre ellos su inolvidable ‘El avaro’ de Molière, que supuso el debut en las tablas del actual alcalde de Valladolid, Óscar Puente.
En 1997, Juan Antonio Quintana debutó en el cine en la película ‘Mamá es boba’, rodada íntegramente en Valladolid con dirección a cargo de Santiago Lorenzo. En 1998 se alzó con el prestigioso premio Mayte de Teatro por su interpretación en ‘Yepeto’ y en 1999 debutó en televisión con un papel en la serie ‘Manos a la obra’.
En el año 2000, el Teatro Calderón le dedicó un homenaje por su aportación al teatro y una década después fue el Teatro Zorrilla quien le otorgó una butaca de honor con su nombre, tras la reapertura del coliseo vallisoletano. Su popularidad se disparó en todo el país con su personaje de Don Nicolás en la serie ‘Ana y los siete’, donde participó entre 2002 y 2005, y en 2006 fue pregonero de las Ferias y Fiestas de Valladolid.