Rebeca Valls atraviesa una buena época profesional. Al magnífico personaje de Henrik Ibsen con su “Casa de muñecas”, le seguirá “Más apellidos vascos”, la secuela teatral de la taquillera película “made in Spain”. La actriz nos hace un hueco, tan amable como siempre, para hablar con nosotros y contarnos un poquito de “Su” Nora y de su forma de ver la vida:
Pregunta: ¿Cómo vive Nora, cómo siente hasta “despertar”?
Rebeca Valls: Vive por y para su marido. En total entrega. Pero también esconde una constante inquietud interna, buscándose la vida para sacar dinero
de aquí y de allí. Para salir adelante. esa inquietud es algo desesperante.
En el momento en que se inicia la función, ese miedo, esa inquietud, esa ansiedad está a punto de desaparecer… Está casi solucionado. Casi. Y en ese
“casi” empieza el desastre, el verdadero miedo, con esa doble cara que empieza a nacer y hacerse realidad. Hasta que abra los ojos finalmente y dé un paso más allá.
Pregunta: ¿Qué le hace despertar y tomar conciencia?
Rebeca Valls: Muchas cosas… Ella es un ser único. Sacrificado, delicado y fuerte a la vez y sobre todo muy valiente. Se da cuenta de que su marido no la ama ni es capaz de sacrificarse por ella. Y de que le importa mucho más el qué dirán que su propia mujer. También se da cuenta de que no sabe qué está bien y qué está mal. No sirve para nada puesto que no sabe nada.
Por otro lado, y más importante, es que en ella existe ya una doble Nora. Aunque sea inconsciente, que es capaz de hacer cosas por sí misma. Aún sin saber si son o no correctas. Y por todo ello, no quiere a su marido a su lado, puesto que ya no lo reconoce como tal.
P: ¿Cómo ha sido esta aventura?
R.V: Difícil. No se termina nunca. Pero cada día intento ir un paso más allá con esta valiente Nora. Es apasionante como actriz hacer un viaje así, en el escenario. Pasar de niña a mujer, de la inocencia a la madurez, de la oscuridad a la iluminación, de la inconsciencia a la conciencia. Aprendo cada día, pero hay que estar ahí!!!!!
P: Me llama la atención el acuario, con dos peces inseparables. ¿Es quizá algo simbólico?
R.V: Sí. Ximo Flores, el director, trabaja mucho con simbolismos… Los peces son Nora y Torvaldo, con las mismas cuatro paredes que los ahogan.
P: Me parece interesante cómo cambian los rolos del fuerte y el débil. Cuando Nora se marcha y su marido no puede resistirlo y se ahoga en la pecera, verdad?
R.V; También es algo simbólico. Es una manera de expresar que él es incapaz de salir de ahí, de su manera de actuar y que finalmente también lo acabará ahogando.
P: ¿Existen aún muchas Noras incapaces de dar el portazo?
R.V: Sí, existen. Desgraciadamente. El miedo es un sentimiento enormemente paralizador.
P: Háblame sobre “Más apellidos vascos”.
R.V: El proyecto tiene muy buena pinta. Estamos en pleno proceso de ensayo. De la producción se encarga Lazona, productora de la película, y del texto se encarga uno de los guionistas de la película también, Diego San José, junto a otros dos, Roberto Santiago y Pablo Almárcegui. La dirección corre a cargo de Gabriel Olivares, con el que ya he trabajado en tres espectáculos y mis compañeros son Carlos Heredia, Cecilia Solaguren y Leo Rivera. Es un equipo pequeño y muy familiar y creo que será una función divertidísima y muy original.
Humor autonómico… Historia Romántica… Un poco de todo. Son ocho pequeñas historias sobre vascos y andaluces… Y habrá sorpresas… ¡¡Tenéis que verla!!
P: Nora hace lo impensable por amor. ¿Qué haría Rebeca Valls por amor?
R.V: si realmente es AMOR, es decir, por ambos lados y desde el respeto total y absoluto… TODO.
P: Se percibe que eres feliz en el escenario. ¿Es así?
R.V: Totalmente… Cuando todo fluye, consigues conectar y hay magia… Sólo hay presente… Y felicidad.
