La compañía de María Pagés se enfrenta este fin de semana a las últimas funciones de su espectáculo Yo, Carmen. Desde el 7 de abril en el escenario de la Sala Roja, el montaje ha cosechado un gran éxito de público.
La bailaora y coreógrafa despoja al personaje de todo estereotipo inventado por los hombres, para ofrecer al público una mujer real, que hace suya la voz de todas las mujeres, que se alza contra los cánones sociales y ante las ataduras a las que somete la dictadura de la publicidad.
El espectáculo, que llega acompañado de excelentes críticas, ofrece una coreografía en la que la imponente personalidad de Pagés se siente de principio a fin. La artista sevillana despliega una propuesta de gran belleza estética.
Para transmitir esta aventura genuinamente femenina, la creadora coloca sobre el escenario a sus bailaoras en una narración de gran fuerza visual, que discurre entre solos y coreografías corales que van encadenándose para hablar de la maternidad, el amor y el desamor, la soledad o la igualdad todavía no alcanzada.
El movimiento aparece envuelto por la música de los intérpretes de la compañía. Siete bailaoras y siete músicos, acompañando a María Pagés, reinterpretan en directo algunos de los fragmentos más reconocibles de la partitura original de la ópera de Bizet, junto a algún detalle original de Yradier y a la música flamenca original creada fundamentalmente por Rubén Levaniegos.
El cante está interpretado por dos cantaoras de voz singular, que hilvanan la historia a través de la poesía y los textos de escritoras de diversas culturas y épocas: María Zambrano, Marguerite Yourcenar, Akiko Yosano, Margaret Atwood, Belén Reyes o la propia María Pagés. Voces de mujeres fuertes, empoderadas, universales.
Yo, Carmen es una reflexión artística en la que Pagés utiliza el deseo para reivindicar la vida, el placer, la autonomía y la libertad. Para la artista “Carmen está en todas las mujeres y todas somos Carmen”.
Este espectáculo llega a Madrid después de su exitoso paso por algunos de los principales escenarios internacionales, como el Bunkamura Orchad Hall de Tokio, , el Festival Internacional Chéjov de Moscú, el Festival Les nuits de Fourvière de Lyon o el Gran Teatro Nacional de China (NCPA de Pekín).