GRACIAS POR LA MÚSICA.
Por Alberto Vázquez.
Era mi canción favorita cuando yo era uno de los milones de fans que soñaban con ese cuarteto sueco llamado ABBA. Una tras otra sus canciones nos transportaban a las pistas de baile,a la magia,al amor…
Con el tiempo ellos se fueron,como casi todo, pero su música quedó.
Por eso cuando llegado el 2004, recién vuelto de mis años de carrera bonaerense, me dijeron que se hacía un musical con las canciones de los ABBA, soñé con que quería esta ahí.
Me puse a la labor y no fue fácil. Apenas conocía a nadie del medio en España, pero no sé cómo, al final, pude colarme en el último de los castings.
Un tribunal hispano sueco poniendo nota y una llamada, semanas depués, de Mariana Gómez Cora hicieron realidad mi sueño.
3 años de emoción, amistad, alegrías. Toneladas de aplausos, que han quedado en la memoria emotiva de todos los que los compartimos.
Luego cada uno sus cosas, como siempre, arrastardos sobre todo por el trabajo. Pero el amor sigue ahí.
Por eso,cuando una nueva llamada de Mariana Gómez Cora me invitaba a participar de la Gala del 15 Aniversario de Stage para volver a cantar con mis compañeros de entonces el Waterloo, se me puso un nudo en la garganta.
Volver a revivir algo tan especial, algo tan único, años después, en el mismo lugar, era un regalo del cielo, un nuevo regalo de estas dos hermanas a las que adoro y todo su gran equipo.
Pero ninguno sabíamos que iba a ser tan, tan especial.
Los ensayos fueron en unos estudios en las afueras de Madrid, con el maestro Favero al frente. Besos, abrazos, nervios, reencuentros,
Todo simplemente mágico.
Pero cada uno ensayaba en sus horarios y sus días así que no éramos muy conscientes de la noche que se nos venía encima.
Pisando el Lope de Vega, ese teatro grandioso dónde la mayoría de nosotros hemos vivido noches únicas, todo empezó a tomar forma.
Los grandes con mayúsculas se iban juntando en los camerinos, en el green, en las butacas mientras los demás ensayaban. Gente a la que adoro y admiro con la que nunca antes había pisado un escenario y ahora sí lo haría y otros con los que la vida ya me había dado la oportunidad de compartir.
Éramos y nos sentíamos FAMILIA.
Las notas del Fantasma de la Ópera, Miserables, Bella y Bestia, Rent, Mamma Mia, Jesucristo Supestar,Cabaret, Chicago, Notredame de Paris, El Rey León, My Fair Lady, Sister Act, Victor o Victoria, Fiebre del Sábado Noche, Cats…y las majestuosas voces de Nina, Julia Moller, Dulcinea Juarez, Paco Arrojo, Asier Etxendía, Ignasi Vidal, Natalia Millán,Miquel Fernández, Dani Diges, Innocence, María Adamuz, Marta Ribera,Paloma San Basilio, Armando Pita, Dani Anglés, Damaris Martínez, David Ordinas ,Helen de Quiroga, Guido Balzaretti, Patricia Paisal, Carlos Rivera, Pablo Puyol,J uan Carlos Barona, Lydia Fairén, Mireia Mambo,Talía del Val, Víctor Diaz, Carlos Solano, Elena Medina, Enrique del Portal, Eva Diago…no puedo seguir, por que sería imposible, éramos demasiados y siempre quedará algún grande fuera. Todos, todos, atenazando nudos en el corazón de los demás y levantando ovaciones de un público entregado a sus pies.
Y mis chicos (Nando González y Bruno Squarcia) y yo esperando a que sonaran las notas del Waterloo para revivir unos minutos de gloria con nuestras iirenunciables reinas de la noche (Paula Sebastián,Marta Valverde y Nina).
Ver de nuevo el Lope en pie bailando al ritmo de Abba y compartir ese instante con los más grandes. ¿Se puede pedir más? No.
Desde el primero hasta el último de los involucrados, el equipo técnico en pleno, los bailarines y los cantantes de una categoría extraordinaria y todo el síper equipo de Stage llevaron este crucero de lujo al más deseado de los puertos.
Gracias Julia Gómez Cora, gracias Mariana, gracias Stage por querernos, apreciarnos y poner el musical en el lugar que se merece.
Gracias por la música…y todo lo demás.